Si eres uno de esos Bricolovers que disfruta creando y transformando espacios con tus propias manos, seguro que ya conoces muchas técnicas de pintura. Igualmente, hoy te traemos una que añade textura y personalidad a las paredes de tu casa. Es ideal para quienes buscan un acabado único y con carácter, esta técnica es fácil de hacer y ofrece resultados sorprendentes.
En este artículo te enseñaremos paso a paso cómo aplicarla, qué materiales necesitas y algunos consejos para que tu proyecto DIY sea todo un éxito.
Fotografía: Pinterest, ThisOldHouse.
¿Qué es la técnica del esponjado?
El esponjado es una técnica de pintura decorativa que se realiza aplicando capas de pintura con una esponja en lugar de una brocha o rodillo. El resultado es una textura suave, con un efecto de múltiples capas que crea una apariencia artística. Dependiendo de los colores que utilices, puedes lograr acabados elegantes, rústicos o incluso modernos.
Ideal para quienes desean agregar profundidad y dinamismo a las paredes sin recurrir a patrones complejos o empapelados.
Para empezar con la técnica del esponjado, necesitarás lo siguiente:
- Pintura de base. El color base será el que cubra toda la pared, y es sobre esta capa que aplicarás el efecto esponjado. Puedes elegir un color neutro o claro para crear un contraste sutil. Te recomendamos que utilices la pintura Econatura, no es tóxica y el mismo día podrás habitar el espacio.
- Pintura para el esponjado. Elige uno o dos colores que complementen tu base. Lo ideal es que tengan un ligero contraste para resaltar el efecto. Por ejemplo, los efectos metalizados dorado o plateado son muy buena opción.
- Esponja natural. Las esponjas naturales son perfectas para esta técnica, ya que sus poros irregulares crean un efecto más auténtico. Si no tienes una esponja natural, una sintética también puede funcionar.
- Rodillo o brocha. Para aplicar la capa base de pintura.
- Bandeja. Para extender la pintura y cargar la esponja de manera uniforme.
- Trapos y cinta de pintor. Para proteger las zonas que no deseas pintar y para limpiar los excesos de pintura.
Fotografía: Pinterest, TheSpruce.
Paso a paso: Cómo aplicar la técnica del esponjado
Como en cualquier proyecto de pintura, la preparación es clave.
- Limpia la superficie de la pared, elimina el polvo o la suciedad y, si es necesario, aplica una capa de imprimación. Asegúrate de proteger los bordes con cinta de pintor para evitar que la pintura manche zonas no deseadas.
- Utiliza un rodillo o brocha para aplicar una capa uniforme del color base que hayas elegido. Deja que esta capa se seque completamente antes de proceder con el esponjado. Este color base será el fondo que se verá a través de la textura creada con la esponja.
- Una vez que la capa base esté seca, humedece ligeramente la esponja natural con agua y exprímela bien. Esto evitará que absorba demasiada pintura. Vierte una pequeña cantidad en una bandeja y sumerge la esponja, eliminando el exceso para que no gotee.
- Comienza aplicando la pintura con la esponja en la pared, presionando suavemente y haciendo movimientos cortos y ligeros. Puedes comenzar en un rincón y trabajar en pequeñas secciones para asegurarte de que el acabado sea uniforme. Gira la esponja ligeramente al aplicar para que el patrón no se repita demasiado. Si quieres un efecto más sutil, puedes retirar parte de la pintura de la esponja antes de aplicarla. Si prefieres más profundidad, añade una segunda capa con un tono más oscuro o más claro, aplicando nuevamente con la esponja.
Una de las ventajas del esponjado es que puedes personalizar el acabado a tu gusto. Puedes utilizar diferentes colores o intensidades de pintura en distintas áreas de la pared. Si te parece que alguna sección quedó demasiado cargada, puedes suavizarla pasando una esponja limpia ligeramente sobre la superficie.
Una vez que hayas terminado, deja que la pintura se seque completamente antes de tocarla o aplicar cualquier decoración adicional.
Consejos adicionales
- Prueba antes en una pequeña sección: Si es la primera vez que utilizas la técnica del esponjado, te recomendamos practicar en un área pequeña o en una cartulina para familiarizarte con el efecto que produce.
- Juega con los colores: Para un resultado más dinámico, combina varios tonos. Por ejemplo, puedes usar un color más oscuro y otro más claro para crear más contraste y profundidad.
- Cuidado con el exceso de pintura: Menos es más cuando se trata del esponjado. Es mejor empezar con poca pintura e ir aumentando a medida que desees más textura.
Con estos consejos podrás aplicar la técnica del esponjado en tus paredes y darle a tu casa un toque personal y único. Recuerda, lo más importante es disfrutar del proceso y dejar que tu creatividad fluya.
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Fotografía de portada: Pinterest, Le Journal de la Mansion.