Es el camino a lo esencial, una forma de vida que simplifica todo: desde tu forma de vestir, la casa en la que vives, la decoración que te define. Su principal intención es eliminar todos aquellos elementos que sobran para hacer tu vida ágil y esencial, generar sentido a partir de lo mínimo; una forma de vida que propone dedicarse a lo importante y descartar todo lo innecesario como camino para alcanzar la realización personal.
En decoración, podrás reconocer con mucha facilidad cuando un espacio se corresponde a esta tendencia ya que predominan las líneas simples, colores puros, cero elementos extra.
Mucho más que espaciosos, modernos y funcionales. Son viviendas para vivir de una forma concreta y para conseguirlo es necesario cumplir con varias pautas imprescindibles:
1. Nada de desorden
Si hablamos del minimalismo como una forma de vida en la que sólo se tiene lo esencial, el orden se hace imprescindible o más bien, el desorden no puede encajar. Imagínate que en este rinconcito hubiera un montón de papeles formando una pirámide sin fin, el espacio generaría más agobio y frustración que disfrute y relajación.
2. Colores neutros y puros
El uso del color es imprescindible para generar sensaciones en todas las tendencias y recursos decorativos, pero en el interiorismo minimalista es todavía más importante. Los colores han de acompañar al entorno, han de ofrecerte calma y luz o sombras, grandeza y amplitud como, por ejemplo:
3. Siempre calidad sobre cantidad
Esto es un must que siempre hay que cumplir ya que quien es amante de esta forma de vida aprecia la calidad de los productos de los que se rodea. Es imprescindible contar con elementos con una larga vida útil, que respeten el entorno, el medioambiente y la salud de todos los componentes de la casa como cualquiera de nuestras colecciones.
Si apuestas por este tipo de interiorismo, igual que no puede haber desorden, no puede haber nada roto, descompensado o desestructurado.
4. Todo lo que no sirva, no sirve.
Simplifica.
5. Líneas y formas simples
Menos es más.
6. Juega con las texturas
Puedes combinar distintas texturas y materiales, pero empleando el mismo color. Le dará mucha fuerza visual gracias a su pulcritud final.
7. Amplitud como norma