Lo más importante: el material y el estado de la superficie
Sabemos que, como Bricolover, se te dibuja una sonrisa en la cara cuando se presenta la oportunidad de pintar alguna estancia, mueble u objeto. Para llevar a cabo estos proyectos, está claro que es clave elegir la pintura adecuada y los colores que más te gusten. Sin embargo, hay algo fundamental que no se te puede pasar: tener en cuenta la superficie sobre la que vas a pintar. Los materiales de las paredes y de los objetos son muy variados. No todos reaccionan igual con la pintura, ni están en condiciones óptimas de recibir pintura directamente. Antes habrá que analizar estos dos factores: material y estado de la superficie de lo que vamos a pintar para que todo quede impecable y bien acabado, ¡como a ti te gusta!
Material de las paredes
Podemos encontrarnos con algunos problemas en las paredes que hemos de tener en consideración antes de aplicar la pintura. El pladur, por ejemplo, es un elemento muy usual de construcción y absorbe mucho la pintura. Lo mismo ocurre con superficies porosas o nuevas que podrían chupar más producto del deseado. En estos casos, lo ideal es pasar una capa de Imprimación Universal. Al imprimar facilitarás una mejor adherencia. Apenas huele y te permitirá un acabado homogéneo. Lo recomendamos para cualquier tipo de pared que no esté ya pintada y tratada, o para objetos poco porosos como PVC.
Tratar adecuadamente la superficie
En el caso de las paredes, muchas veces nos encontramos con manchas, grietas e imperfecciones que deberemos tratar antes de sacar la brocha. Con las humedades por filtración se forman desconchados. En ese caso, debemos retirarlos con una espátula y tratar la fuente de la humedad. Existen pinturas que podrían evitar la reaparición de desconchados como la Antihumedad que al ser transpirable, el agua saldrá a la superficie sin deteriorar la pintura.
Las grietas y fisuras, así como cualquier clase de agujero que haya podido quedar habrá que subsanarlos. Lo ideal es dejar la superficie bien lisa. Para ello tenemos que eliminar el polvo, eliminar el polvo, y ante grietas o agujeros pequeños, aplicar masilla Plaste al Uso, una masilla de acabado muy fino, que se aplica fácilmente con espátula. Una vez seca, tenemos que lijar para dejar bien igualada esa parte reparada.
Si se trata de manchas, también tendremos que limpiarlas antes de disponernos a pintar. Cuando hablamos de moho, lo más eficaz es emplear el Limpiador higienizante contra el moho. Con este producto, primero hemos de rascar con un cepillo de cerdas duras y retirar todo el moho superficial. Después aplicamos directamente el Limpiador higienizante contra el moho sobre las manchas y tras 48 horas, retiramos con cepillo o agua a presión. Una vez higienizado, se puede repintar sin problemas.
Resulta imprescindible entender que manchas de grasa, aceite, o cualquier sustancia puede dar problemas con la aplicación de la pintura. Por tanto, es fundamental dejar la superficie bien limpia antes de dar la primera capa.
Pintar objetos: ¡cuidado con los materiales!
Tanto si hablamos de muebles como de objetos decorativos, la pintura no reacciona igual, ni se adhiere igual en todos los materiales. Una pintura ideal para objetos y muebles es el Esmalte al agua, que ofrece una variedad de colores preciosos en acabados mate, satinado y metalizado que resulta muy decorativa.
El Esmalte al agua tiene una excelente cubrición, pero es cierto que a algunos materiales hay que pasarles antes una mano de Imprimación Universal. Este sería el caso del metal, que oxida con el agua, el plástico y cualquier otro tipo de superficie poco porosa, como la melamina o los plásticos tipo PVC. Posteriormente, el Esmalte al agua se adherirá al objeto sin ningún problema. Sobre materiales porosos o madera podremos pintar directamente.
Ya sabes todo lo necesario para coger ese rodillo y ponerte pintar lo que se te cruce por delante. Desde ahora, ya nada se interpondrá entre tus ideas y la puesta en marcha de tus proyectos, porque ya eres todo un experto Bricolover. ¡A por ello!
