Peli y manta
Un caldo calentito frente a la tele, una buena siesta con una manta suave y abrigada pueden considerarse parte de la esencia de Hygge. No tiene que estar necesariamente relacionado con el invierno, pero sí es cierto que surge del alma de un pueblo que debe buscar estrategias para encontrarse a gusto sin disfrutar tanto del aire libre, como sí podemos hacerlo los países mediterráneos. Con la pandemia, todos hemos vuelto la mirada al interior de nuestro hogar; nos hemos dado cuenta de lo importante que es crear un espacio agradable y confortable. Esto es precisamente lo que significa Hygge. Veamos cómo lo ponemos en práctica en el ámbito de la decoración, en nuestro contexto cultural y convertimos el lugar que habitamos en nuestro rincón favorito del mundo. La clave: ¡disfrutar de los placeres simples!
Colores neutros
La estridencia no es amiga de lo Hygge, así que nos mantendremos en gamas delicadas para crear una atmósfera de calma. En pintura de interior, podremos encontrar esta línea cromática en la colección Nordic, inspirada precisamente en la estética escandinava. También son muy Hygge el Lino, el Mantequilla y el Biscuit de la colección Econatura, aunque, si lo que buscamos es algo más de color, el Malva Tranquilidad, el Beige Cálido o el Rosa Suave, son también perfectamente compatibles con este estilo de vida danés.
Fuera la uniformidad
“Todo combina” es lo contrario a un hogar Hygge. Los muebles reciclados, cada uno de un estilo y forma encajan muy bien con lo que estamos buscando: lo que nos resulta familiar, el confort, y el gusto personal por encima del diseño. El aparador que era de tu madre quedará precioso si le das una nueva vida con Esmalte al agua Marfil. El escritorio que usaba tu abuelo, con un poco de Esmalte al agua Verde Caribe, conseguirás que no te saquen del despacho ni con una grúa.
¿Quién ha dicho que las sillas del comedor deben ir a juego? Ni en forma, ni en color. Puedes combinar Esmalte al agua Vainilla y Salmón, sin ningún problema. ¿Te has recorrido todos los mercadillos que existen y tienes una colección de farolillos que no sabes dónde colocar? Con una mano de Imprimación Universal y Efecto Óxido quedarán preciosos repartidos por todo el salón. Deja que las velas hagan el resto.
Ahora bien —y esto es imprescindible— ya tienes una hermosa casa Hygge, lo que sigue es encender unas velas, poner tu música favorita y acomodarte en el sofá, ¡que tú también te mereces vivir como un danés!