Actualmente, el estilo industrial —o también conocido como urbano— es uno de los más famosos y recurrentes para todo tipo de proyectos: oficinas, locales o, incluso, el propio hogar.
Para conseguirlo, hay que tener en cuenta muchos aspectos que van más allá de lo que es la propia decoración, digamos que esta sería la segunda parte. Por tanto, ¿sabrías por dónde habría que comenzar a convertir tu espacio con este “look” industrial? ¡Justo, por la pintura! Es fundamental escoger los colores y texturas adecuados para que el resultado sea el esperado.
Paso 1: elección del color
Primero de todo, debes saber que el gris, el blanco, el negro, el marrón y el beige son los cinco colores predominantes de este estilo y, por ello, es conveniente que las paredes que desees pintar sean de alguno de estos. Es cierto que si prefieres aportar luminosidad al ambiente, una buena elección será el blanco y, si por el contrario, la estancia que vas a decorar es pequeña, el gris sería lo más oportuno. Incluso, si no sabes cuál escoger, también puedes combinar ambos colores pintando todo en blanco y una pared en gris oscuro para que contraste respecto al resto.
En cualquier caso, todos ellos quedan fantásticos y son súper fáciles de combinar con distintas texturas, materiales y elementos decorativos, como ahora veremos.
Paso 2: importancia de las texturas
Una vez tengas tu pared perfectamente pintada, damos paso a la elección de las texturas. Un tono que no puede faltar en el estilo industrial es el metal y la mejor forma de incorporarlo en nuestra estancia es a través de los muebles, ya sean sillas, mesas o cualquier otro tipo de accesorio decorativo.
De la misma manera, el óxido es un gran amigo del estilo urbano. Y lo mejor es que para conseguirlo puedes reconvertir antiguos espejos, maceteros, estanterías o todo tipo de muebles sin necesidad de invertir mucho tiempo, simplemente con una capa del Efecto Óxido que, además, tenemos en MONTÓ Bricolovers. Incluso, también te ofrecemos un tanto de inspiración en este interesante post sobre los múltiples usos de este efecto.
Paso 3: combinación de distintos materiales
El Efecto Óxido es una pintura de apariencia muy fría y precisamente por eso tienes que tratar de combinarlo con unas texturas más cálidas. Una excelente opción es la madera puesto que se trata de un tono mucho más natural y suave que contrasta con el resto de materiales. Así, conseguirás que la estancia te quede mucho más acogedora, acorde y agradable.
Paso 4: la iluminación, un punto clave
Uno de los principales recursos que debes introducir y cuidar mucho para conseguir un estilo industrial auténtico, es la iluminación. Lámparas, focos, flexos o bombillas, todos ellos tienen que reunir una serie de características. Tienes que procurar que el tipo de lámpara que escojas sea al descubierto, es decir, una en la que se distinga el propio foco de luz. Aquí abajo te dejamos algunos ejemplos.
¡Ah, y recuerda que no tienes que deshacerte de antiguas lámparas ya que con una capa de pintura pueden quedarte de lo más urbanas!
Paso 5: combinaciones de distintos estilos
¿No te combina todo a la perfección y no se podría clasificar todo en un mismo estilo? No te preocupes, te traemos la solución. Seguro que has oído hablar del estilo nórdico o rústico, y es que estos quedan ideales con el industrial, por eso te ofrecemos varios ejemplos para que puedas inspirarte.
Por una parte, te proponemos mezclar vigas de madera al estilo más rústico con suelos puramente industriales. También queda estupenda la combinación del mobiliario retro o vintage con cuadros más contemporáneos y modernos.
¿Te atreves con esta mezcla de estilos? ¡¡Seguro que lo bordas!! No dudes en comentarnos cualquier duda o en enseñarnos tu creatividad a través de nuestras redes sociales. ¡¡¡¡Te esperamos!!!!
